Expediciones y ochomiles: ¿Cómo es la vida en el campamento base? ¿Cómo se organizan los campamentos de altura? ¿Cuáles son las medidas logísticas para gestionar una expedición exitosa? ¿Y cómo pasan los montañeros su vida en el campamento, mientras se preparan para el ataque a la cima y para las rotaciones de aclimatación?

Nuestro Alex Txikon, recién regresado de su intento de escalar el Annapurna en invierno, nos lo cuenta, y las preciosas imágenes de Andrés Navamuel, el fotógrafo que acompañó a Alex en su reciente aventura, nos lo demuestran.

Alex, ¿cómo pasan los días en un campamento base, especialmente durante una expedición invernal?

Si hace mal tiempo, la vida en un campamento base en invierno se complica muchísimo. Sin embargo, si las condiciones meteorológicas son buenas y no hay mucho viento, todo es mucho más sencillo. Además, la altitud influye: si el campamento está a 4000 metros, el metabolismo se adapta con mayor facilidad. Ya a 5000 metros te sientes cansado, incluso en las actividades cotidianas más sencillas. En invierno, suele surgir el problema del agua: una cosa es abastecerse de los arroyos que fluyen por el glaciar, y otra es derretir la nieve y el hielo cada vez. Estos son los principales problemas de la vida en un campamento base en invierno, pero lo más importante es que cuando estamos allí, en invierno y con todos estos problemas, estamos contentos de estar allí, de pasar ese tiempo que parece interminable y esos días que al final se hacen muy cortos, porque, un compromiso tras otro, un problema tras otro, te despiertas por la mañana y, casi sin darte cuenta, ya es de noche y te estás metiendo en el saco de dormir descalzo.

¿Cuáles son las medidas logísticas para organizar una expedición exitosa?

Las expediciones, o al menos las mías, nacen cuando siento mariposas en el estómago, ¡cuando tengo muchas ganas de ir! Decido ir a la montaña cuando realmente quiero. Es algo irracional. Es un amor. Es el deseo de algo "diferente". Subir, estar allí. Así que el primer consejo que puedo dar es que hay que tener inquietud interior. Hay que tener el deseo, la pasión de ir. La organización logística viene después, pero hay que hacerla bien para poder convertir ese deseo que te hizo partir en realidad. No puedes pensar en irte con poco, con lo justo. Necesitas el material y el equipo adecuados, y hay que planificar cuidadosamente la sostenibilidad financiera. Es cierto que en el alpinismo mucho se basa en la improvisación, pero si en la vida y en el alpinismo siempre improvisas, no creo que sea bueno...

¿Qué hay de los campamentos avanzados? ¿Cómo elegir los lugares adecuados para acampar?

Al elegir la ubicación de los campamentos, es necesario tener una visión general de la montaña y las distancias a recorrer. Hay que trazar una ruta y entender desde qué altitud partir para el último intento de ascensión y cómo prepararse para ello, y luego, cómo recorrer la montaña poco a poco a lo largo de la ruta y completar la aclimatación necesaria. Todo es bastante complejo: mientras se equipa la ruta, hay que calcular el tiempo y la energía necesarios para montar el siguiente campamento y, cada vez, preguntarse si no se podría colocar ese campamento un poco más arriba. Pero también hay que tener cuidado, porque, por ejemplo, si se coloca el Campo 2 a una altitud demasiado alta, en las siguientes ascensiones no se tendrá la fuerza para ir del Campo Base al Campo 2 de una sola vez. Este proceso es diferente para cada montaña y, en la misma montaña, las cosas cambian de una estación a otra: una cosa es equipar y montar los campamentos en el Annapurna en verano, otra en invierno... Entonces, desde mi punto de vista... “Desde nuestro punto de vista, hay una regla fundamental que siempre hay que respetar, que es la de situar los campamentos en posición segura, al abrigo de peligros objetivos”.

¿Cómo pasas el tiempo en los campamentos de altura cuando las condiciones climáticas son malas?

¿Cómo pasamos el tiempo allí arriba cuando hace mal tiempo? ¡De la forma menos incómoda posible! Si hace mal tiempo, nuestro mundo se reduce al estrecho espacio de la tienda: tenemos que pasar allí todo el día y toda la noche. Tenemos que cocinar, derretir la nieve para hidratarnos, preparar el equipo, etc. Por eso es esencial contar con tiendas fiables y bien estructuradas como las de Ferrino, que ofrecen el mejor refugio posible.

¿Existen “secretos” para resistir en esas condiciones, no sólo físicamente sino también mentalmente?

Claro que la condición física es importante, ¡pero el aspecto psicológico es fundamental! Hay 8 mil millones de personas en este planeta y, entre ellos, ¿cuántos hombres y mujeres son físicamente más fuertes que yo? Creo que lo que marca la diferencia y lo que me ha permitido completar mis ascensiones es, sobre todo, la preparación y la predisposición psicológica que he logrado desarrollar con el tiempo. En una expedición, lo importante es no descuidar nada. La clave de una expedición, sobre todo en invierno, es la gestión de las emociones. Hay que ser capaz de resistir, de dar lo mejor de uno mismo constantemente, con la máxima concentración, ¡pero sin presión! La presión no es buena, pero la tensión de hacer siempre las cosas lo mejor posible es esencial. Hay que ser capaz de aislarse y centrarse en lo que se está haciendo y en el objetivo final. Esta es la única manera de superar la fatiga y el miedo. El miedo es el mejor compañero de la prudencia, es cierto, pero también es cierto que es fundamental estar concentrado, motivado, presente con una sonrisa, con pasión, porque realmente queremos llegar donde estamos.