Por eso, nos pusimos a jugar a “¿dónde estamos hoy?”, huelga decir que las respuestas fueron variadas: desde la selva cubana hasta los húmedos y brumosos acantilados de Irlanda; desde las inmensas y herbosas extensiones, que nos trajeron a América, hasta las selvas tropicales; desde las piedras rojas, que nos recordaban a las del desierto tejano, hasta las costas interminables, que siempre he admirado solo en sueños.
Uno se acostumbra rápidamente a una mochila que contiene toda su vida, abandona certezas que tal vez no eran tan ciertas.
Texto y fotografías de Rachele Daminelli
Vídeo de Tommaso Tagliaferri